Marzo Mes de la Mujer.- "Mujeres de novela"
Salman Rusdhie en su novela El suelo bajo sus pies, pone en boca de Rai, fotógrafo, el perfil de la protagonista Vina Apsara en estos términos:
...soy el único aficionado al disparador en muchas millas a la redonda que no soñaría en fotografiarla en aquel desaliño delicioso y escandaloso, con todo su ser desenfocado, y lo peor de todo, representando su edad; con el único ladrón de imágenes que nunca le hubiera robado aquel aspecto tan deshilachado y acosado, aquel desamparo tan legañoso. Indiscutiblemente ojerosa, con la enmarañada fuente de cabello rojo hirsuto y teñido temblándole sobre la cabeza con un moño de Pájaro Loco, la encantadora boca temblorosa e insegura y las diminutas arrugas de los años despiadados profundizando las comisuras de su boca, el arquetipo mismo de la diosa del rock duro, a mitad de camino entre la desolación y la ruina. había decidido convertirse en pelirroja en esa gira, porque a los cuarenta y cuatro estaba empezando de nuevo una carrera en solitario sin El, por primera vez estaba en la carretera sin Ormus, por lo que no era sorprendente que la mayor parte del tiempo se sintiera sola, desconcertada, desorientada. vida pública o vida privada daba igual, esa era la verdad: cuando no estaba con él no importaba con quien estuviera, porque siempre estaba sola...
...soy el único aficionado al disparador en muchas millas a la redonda que no soñaría en fotografiarla en aquel desaliño delicioso y escandaloso, con todo su ser desenfocado, y lo peor de todo, representando su edad; con el único ladrón de imágenes que nunca le hubiera robado aquel aspecto tan deshilachado y acosado, aquel desamparo tan legañoso. Indiscutiblemente ojerosa, con la enmarañada fuente de cabello rojo hirsuto y teñido temblándole sobre la cabeza con un moño de Pájaro Loco, la encantadora boca temblorosa e insegura y las diminutas arrugas de los años despiadados profundizando las comisuras de su boca, el arquetipo mismo de la diosa del rock duro, a mitad de camino entre la desolación y la ruina. había decidido convertirse en pelirroja en esa gira, porque a los cuarenta y cuatro estaba empezando de nuevo una carrera en solitario sin El, por primera vez estaba en la carretera sin Ormus, por lo que no era sorprendente que la mayor parte del tiempo se sintiera sola, desconcertada, desorientada. vida pública o vida privada daba igual, esa era la verdad: cuando no estaba con él no importaba con quien estuviera, porque siempre estaba sola...
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